Cómo ser un propietario hospitalario

Cuando un particular se decide a alquilar una vivienda vacacional a otro particular, lo hace porque está buscando tener una experiencia singular, distinta a la ofrecen los hoteles. Cuando un particular alquila una casa o un apartamento de vacaciones, aspira a tener independencia, también desea sentirse “como en casa” y, por último, aunque no por ello menos importante, quiere tener un trato de tú a tú con el propietario de la vivienda en la que va a alojarse durante sus vacaciones.

Eso implica que como propietario debes mostrarte hospitalario con tus futuros inquilinos, antes, durante y después de que se hayan hospedado en tu casa, apartamento, bungalow o villa de vacaciones.
¿Y qué hacer para ser hospitalario?


El primer paso para poder ser hospitalario es ofrecer información veraz.
Normalmente, antes de sentirse lo suficientemente cómodos como para realizar una reserva, a los huéspedes les gusta saber algo sobre el particular al que van alquilar la vivienda vacacional y descubrir qué es lo que su alojamiento puede ofrecerles.
Este es el motivo por el que te recomendamos que tanto tu perfil como tu anuncio sean lo más precisos que te sea posible.

El segundo paso consiste en fijar un precio equilibrado. Es decir, un precio que consiga alinear las expectativas de tus inquilinos con lo que tu alojamiento vacacional puede ofrecerles realmente. Para establecer el precio, también debes tener en cuenta los precios de las casas vacacionales que se alquilan por los alrededores.
El precio, no obstante, puede variar. Con ABRent puedes fijar un precio concreto para, por ejemplo, los fines de semana, pero también adaptarlo en función de la temporada. Pues no es lo mismo alquilar un apartamento en primera línea de playa en agosto, que hacerlo en febrero.

El tercer paso implica mantener un contacto muy fluido y rápido con el particular que aspira a convertirse en tu inquilino.
Por eso en ABRent ofrecemos la posibilidad de que haya contacto directo entre las dos partes, incluso antes de que se haya realizado la reserva.
Además, es importante que recuerdes que cuando se acerque la fecha de la reserva debes comunicarte con tus inquilinos y asegurarte de que cuentan con todos los medios para ponerse en contacto contigo, en cualquier momento.

El cuarto paso conlleva mantener los espacios limpios y ordenados, pues hacen que tus inquilinos se sientan como en casa y causan una impresión más agradable.
Así que no escatimes en limpieza y cuida todos los detalles (vacía las papeleras, limpia los espejos, ordena los armarios).
Si lo consideras oportuno, puedes añadir la cantidad correspondiente a los gastos de limpieza al precio de tu anuncio y contratar un servicio de limpieza profesional, para que tu vivienda en alquiler, ya sea vacacional o de fin de semana, esté siempre perfecta.

El quinto paso viene determinado por los servicios ofertados, pues está comprobado que el alquiler vacacional entre particulares funciona mejor cuando los servicios que ofrece el alojamiento destacan sobre el resto.
Eso implica que además de brindar los elementos básicos a tus huéspedes (jabón, papel higiénico, sábanas y toallas limpias), las comodidades extra serán muy bien recibidas por tu inquilino. Por ejemplo: secador, plancha, planchador, conexión wifi… Y también condiciones concretas para facilitar las vacaciones en familia, como por ejemplo una cuna o un cambiador.

Si sigues estas sencillas pautas, no te faltarán particulares que quieran disfrutar de tu casa de vacaciones en alquiler.
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